Me da lastima la gente. Si. Y alguien se preguntará por que. Por no conocer lo que es un libro de verdad, por no conocer la sensación de desesperación cuando ves que las últimas páginas están ahí y que se habrá acabado todo, que el libro te va a decir que se acabó lo que se daba, y que tendrás que seguir por tu cuenta. Hay mucha gente que no conoce esa sensación.
Pero aún, si cabe, me da más lástima que llama a uno de los más grandes en cuando a literatura vampírica se refiere, imitador. "Anda, pero si esto es como lo que leí en Crepúsculo" es una frase CRIMEN contra la literatura (Algó así como decir que Tolkien no invento el élfico). ¿Quién es el grande? Bram Stoker.
¿Como - me pregunto - alguien con dos dedos (solo pido DOS dedos, atención) puede decir que
Bram Stoker es un imitador de Stephenie Meyer? Por supuesto, no fue el primero
. Goethe en
"La novia de corinto" ya empezó a ahondar en las historias de vampiros, bastantes años antes que Stoker. E incluso
Lord Byron hace referencias a un vampiro en su poema
"El Giaour, fragmento de un cuento turco".Varios condes y escritores jugaron con el género vampírico durante el siglo XVIII en poesías y baladas, y principios del XIX, empezando a poner las baldosas de lo que se convertiría en todo un capítulo en la historia de la literatura. Muchos de ellos han caído en el olvido, como no (vemos a
Polidori, o a
Stenbock).
Gautier, en "
La muerta enamorada", nos muestra al vampiro como una femme fatale, recurso que también se ha ido usando posteriormente.
Incluso el gran
Alejandro Dumas (padre) puso un pié en el juego vampírico, en
"La dama pálida", ya situado en los Cárpatos.
Pero los que realmente forman la base de lo que conocemos como "género vampírico" son -como no- los autores irlandeses. El primero:
Charles Maturin, con "
Melmoth el errabundo", que aún no siendo un vampiro real, si no más bien una criatura a la que le pesa el paso de los años, es considerada como una base.
Y, uno algo más conocido, es
Sheridan Le Fanu, con su inolvidable
"Carmilla", relato que cabalga entre lo vampírico y lo lésbico.
Pero, sin duda, la obra más recordada y reconocida del género es
"Dracula", de
Bram Stoker, que desgraciadamente ha quedado apartada por los adolescentes de hoy en día como "La película esa del Neo, el de Matrix". Triste la vida del escritor, sin duda alguna. Inspirada en un personaje real,
Vlad III Draculea, conocdo también como
Vlad Tepes, el empalador.
Fue Bram Stoker el que relacionó al vampiro bebedor de sangre con los murciélagos bebedores de sangre sudamericanos.
Hay quien cree que hubo un antes y un después de "Drácula", que se revolucionó la literatura vampírica. En mi opinión, esto es en parte cierto, dado que se producía la misma literatura de terror pero intrudiciendo más al personaje del vampiro.
Lovecraft en
"La Tumba" o "
El intruso", o el caso de
Richard Matheson en
"Soy Leyenda". Otro de los grandes,
Stephen King, tiene en
"El misterio de Salem's Lot" uno de sus mayores éxitos de ventas, ya en la segunda mitad del siglo XX.
En la segunda mitad del siglo XX, hubo un proceso llamado "Humanización del vampiro", vampiros que cada vez se alejaban más de "la bestia" y se acercaban más al ser humano. La genial y grande en el género
Anne Rice, con sus
Crónicas Vampíricas es la que produce la humanización "definitiva", obras cargadas de recursos homoeróticos y vampíricos, jugando con la ambiguedad sexual de sus personajes.
¡Pero el mundo no se acaba en Anne Rice! (Y menos mal, por que ahora que dice que lo de los vampiros está muy muy mal...) Hay varios autores más en mi lista de "libros pendientes de lectura", entre ellos tenemos
"El ansia", de
Whitley Strieber, o "
El imperio del miedo" de
Brian Stableford, entre otras, como obras vampíricas de finales del siglo XX.
Nos adentramos en el siglo XXI, dónde el género vampírico ha dado obras tan sublimes como
"La historiadora", de
Elizabeth Kostova (y sin embargo, tan tristemente poco conocida). También encontramos a
Charlaine Harris y su saga
"Sookie Stackhouse", que mezcla el vampirismo con la comedia. Y una de las "revoluciones" del siglo XXI: Meter vampiros en una novela adolescente. Se podría creer que es
Stephenie Meyer la que inicia la revolución, sin embargo ya se habían escrito pequeños relatos de autores prácticamente desconocidos, y
Ellen Schreiber ese mismo año escribió su saga sobre vampiros adoelscentes.
Recomiendo que, antes de leer Crepusculo, Luna Nueva, etc... Leer Drácula, Carmilla, y Anne Rice, por lo menos. La Historiadora debería estar en todas las estanterías de cualquier buen lector, pues no es solo una historia de vampiros. Yo he leido a Meyer, y habían momentos en los que olvidaba que era una novela de vampiros. Me olvidaba completamente (yo creía que era una chica que era amante de una piedra de mármol, EN SERIO).
Y hasta aquí mi carga contra la Meyer. Continuaremos cargando contra otros escritores en otras entradas.